RESIDENCIAS ALFONSO&GONZALEZ

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sábado, 22 de septiembre de 2012

WashingtonREUTERS
La ropa de marca y los autos veloces pueden ser el sueño de millones de personas, pero ansiar objetos materiales puede generar depresión y angustia, según un estudio. Académicos australianos descubrieron una correlación entre el materialismo - o una "preocupación excesiva" por los bienes materiales - y un fenómeno psicológico negativo.
Shaun Saunders, uno de los autores del informe de la Universidad de New Castle en Australia, dijo que no le sorprendió descubrir que el dinero no da la felicidad, pero hasta el momento no había suficientes pruebas científicas que corroborasen esta verdad evidente.
"Si bien existe una creciente preocupación por los efectos del materialismo y el consumismo sobre el medio ambiente, no se ha prestado suficiente atención a sus efectos psicológicos", dijo.
Saunders explicó que una de las causas de depresión entre los ávidos consumidores es el hecho de que lo que adquieren tiende a perder valor rápidamente.
"Si el valor que uno se da a sí mismo se basa en los bienes que posee, como puede ser el caso en nuestra sociedad de consumo, entonces estas cosas no suelen mantener su valor por mucho tiempo", señaló.
Sin embargo, el querer un auto deportivo no es necesariamente causa de trastornos psicológicos, ya que algunos aficionados podrían adquirir un interés genuino en el desempeño del vehículo y su fabricación.
Pero en la mayoría de los casos el materialismo se basa en que las personas utilicen sus posesiones materiales para definir su lugar en la sociedad. Esto es aplicable tanto para las cosas que "hay que tener" como para las que "no hay que tener", dijo Saunders.
"La gente quiere compararse con los demás. En nuestra sociedad, el criterio suele ser lo que uno posee. Es la vieja idea de 'estar a la altura del vecino'. Tratar de mantener una ventaja sobre los demás puede resultar una experiencia muy frustrante, algo que puede desembocar en expresiones de angustia", sostuvo.
También da lugar al conformismo, partiendo de la noción de que el propio ser, en una sociedad basada en el mercado, es un artículo cuyo valor se determina externamente.
Así que, antes de salir compulsivamente de compras , es conveniente tener en cuenta lo siguiente: "Puede que a una persona le de sensación de control el poseer cosas, pero la investigación demuestra que el materialismo repercute negativamente en la satisfacción en la vida", aseguró Saunders.