RESIDENCIAS ALFONSO&GONZALEZ

RESIDENCIAS ALFONSO&GONZALEZ
SU LUGAR EN CUBA

viernes, 12 de octubre de 2012


Cuba. ¿A quién preguntar?
Por Esteban Morales

Para los que como yo, es un placer escribir, nos gusta que nos lean. Pero no basta con ello, lo que se escribe debe llegar a los oídos receptivos, que además de leer, tendrían la responsabilidad social de retrasmitir. Sin dudas, esos son nuestros medios masivos, nuestra prensa nacional en particular.

Dentro de un reciente artículo “ Algunos Retos de la Prensa Cubana “, hablaba de lo útil que pudiera ser, que nuestra prensa se sintiera aliada de los muchos intelectuales revolucionarios que en Cuba escriben , con toda responsabilidad, aunque también con sentido crítico, acerca de múltiples asuntos de nuestra realidad.

Sabemos que no es fácil, para una prensa habituada a escribir solo sobre lo que le permiten hacerlo, tomar de fuente el análisis crítico, que reflejan muchos de los artículos que circulan en la WEB. Les haría falta, no mucho de valentía, para defender esos artículos ante sus censores.

Pero bastaría que quedaran tranquilos con su conciencia revolucionaria al hacerlo. Porque nuestros periodistas son revolucionarios y bastaría con que se propusieran cumplir con su deber, que no es simplemente publicar lo que le autorizan. No le pedimos que sean indisciplinados, haciendo caso omiso a la dirección del órgano de prensa en cuestión, sino simplemente que sean un poquito más ellos mismos. Que reclamasen que la prensa son ellos y no la burocracia que los controla. Pues como bien dice Jorge Gómez Barata, “el problema no es de los periodistas sino estructural”. Yo agregaría, de un modelo de prensa, que ya no se corresponde con el momento en que vivimos. Mucho menos con la batalla ideológica que se libra hoy dentro de los medios a nivel mundial.

Por nuestra parte, aquellos que nuestros artículos solo son reflejados en la WEB, porque la prensa nacional no los pública, creo que todo lo que lanzamos a la publicación, debemos, al mismo tiempo, enviarlo a la prensa nacional. Porque en nuestro país las cosas pueden cambiar y no debemos darle la oportunidad a nadie de decir, que nunca les hicimos nuestras proposiciones.

Por tanto, declaramos la necesidad de realizar una ofensiva hacia la prensa nacional y provincial, enviándole nuestros artículos. Hacerlo incansablemente, no importa que pensemos que no lo van a publicar, enviárselos hasta el atiborramiento. Hasta que un día se convenzan de que el periodismo que hacen puede mejorar si nos toman en cuenta. Porque sin dudas, nuestra prensa, está perdiendo la batalla con ese periodismo no oficial, que refleja mejor la realidad y que lo hace de una forma más atractiva, respetuosa de la realidad y sin hacerle concesiones al dogmatismo, la apología y el burocratismo. Poniendo sobre la mesa la información para un pueblo que durante más de 50 años se ha superado enormemente, adquiriendo un grado de instrucción y de cultura que no encuentra satisfacción en lo que recibe atraves de nuestra actual prensa, escrita, radial y televisiva. Lo que se observa claramente, en el desplazamiento que se va produciendo de manera creciente hacia el video, internet, la radio extranjera, a lo cual nuestra pobre televisión no contribuye . Al contrario, obsérvese la programación, televisiva y podremos percatarnos del desequilibrio abismal entre lo que se recibe de fuentes externas (incluido de la televisión norteamericana) y la pobre producción nacional.
Al mismo tiempo, no debemos dejar de preguntarle a nuestra prensa porque no publica sobre algunas cosas. De manera directa, emplazándolos, que sientan la culpa cuando el pueblo está esperando por una información y ellos se la callan. Que sientan, hasta el atormentamiento, que la gente compra el periódico, pero que por lo general lo hacen por inercia, porque día tras día no encuentran lo que les interesa leer.

¿Dónde está el cable, que se prometió nos iba a mejorar nuestra situación de internet? ¿Porque llevan tanto tiempo sin informar como van los procesos anticorrupción? ¿Por qué nuestro Ministro de Relaciones Exteriores celebra una entrevista sobre la cuestión de las relaciones con la emigración cubana y nuestra prensa no publica nada? ¿Por qué hemos tenido que seguir el caso Marambio por la prensa extranjera? ¿Por qué no informaron sobre lo que ocurrió con la diputada de las Tunas? ¿Por qué hace unos días publicaron un texto tan ridículo para informar que había cólera en Cuba?

En realidad, en el año 2010, cuando escribí en abril, mi primer artículo sobre la corrupción, tuve una experiencia formidable, que me hizo comprender a fondo que si queremos continuar siendo revolucionarios, dentro de esta convulsa etapa de la vida de nuestro país, “debemos tener nuestra propia guerra, librar nuestras propias batallas y correr los riesgos que nos vengan encima”, de lo contario, podemos todos los días, quedarnos en nuestra casa y para mas seguridad, debajo de la cama.

En realidad no fue fácil. Hubo un estúpido y no cualquier estúpido, que dijo, que “se estaba lanzando al ruedo algo que el partido quería mantener a discreción”; otro, “que lo que se había escrito no se correspondía con la condición de un militante del partido” ; otro,” que se había “cagado” al centro con lo que se hacía”.

Algunos, dijeron que “se le estaba dando armas al enemigo para atacar a la revolución”. Hasta se corrió la voz de que el autor se había pasado a la disidencia. Y hubo hasta quienes se preocuparon de que pudiera cubrirle el hueco de la ausencia de liderazgo a la disidencia interna.

Por suerte, llego el General Presidente, que ya venía hablando de estos asuntos y dijo que “la corrupción es equivalente a la contrarrevolución”. Y más recientemente nuestra Contralora ha dicho que: “la corrupción es una de las formas más peligrosas de contrarrevolución”.
¿Donde meten ahora las caras todos esos sietemesinos? A los que les interesaba más no buscarse problemas que contribuir a salvar al país de una cuestión que afecta su seguridad nacional?

Entonces, no hay nada que temer. Lo que hay que estar convencidos de si se está o no haciendo revolución. Y de que no se está solo en estas batallas.

Es que cuando nuestros medios no informan sobre lo que está ocurriendo internamente, el pueblo esta ignorante de lo que acontece en su propio país y los revolucionarios, intelectuales o no, que quieren defender a la revolución, están en desventaja ante los que la atacan, haciendo el papel de verdaderos “tontos ” por carecer de la información.

Además, que sepamos, si no es pura demagogia, y estamos seguros de que no lo es, los medios en Cuba, no son propiedad privada de nadie.

Octubre 6 del 2012



Cuba. ¿A quién preguntar?
por Esteban Morales
Martes, 09 de Octubre de 2012 15:35
·                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Sabemos que no es fácil, para una prensa habituada a escribir solo sobre lo que le permiten hacerlo, tomar de fuente el análisis crítico, que reflejan muchos de los artículos que circulan en la WEB. Les haría falta, no mucho de valentía, para defender esos artículos ante sus censores.
Para los que como yo, es un placer escribir, nos gusta que nos lean. Pero no basta con ello, lo que se escribe debe llegar a los oídos receptivos, que además de leer, tendrían la responsabilidad social de retrasmitir. Sin dudas, esos son nuestros medios masivos, nuestra prensa nacional en particular.

Dentro de un reciente artículo “ Algunos Retos de la Prensa Cubana “, hablaba de lo útil que pudiera ser, que nuestra prensa se sintiera aliada de los muchos intelectuales revolucionarios que en Cuba escriben , con toda responsabilidad, aunque también con sentido crítico, acerca de múltiples asuntos de nuestra realidad.

Sabemos que no es fácil, para una prensa habituada a escribir solo sobre lo que le permiten hacerlo, tomar de fuente el análisis crítico, que reflejan muchos de los artículos que circulan en la WEB. Les haría falta, no mucho de valentía, para defender esos artículos ante sus censores.

Pero bastaría que quedaran tranquilos con su conciencia revolucionaria al hacerlo. Porque nuestros periodistas son revolucionarios y bastaría con que se propusieran cumplir con su deber, que no es simplemente publicar lo que le autorizan. No le pedimos que sean indisciplinados, haciendo caso omiso a la dirección del órgano de prensa en cuestión, sino simplemente que sean un poquito más ellos mismos. Que reclamasen que la prensa son ellos y no la burocracia que los controla. Pues como bien dice Jorge Gómez Barata, “el problema no es de los periodistas sino estructural”. Yo agregaría, de un modelo de prensa, que ya no se corresponde con el momento en que vivimos. Mucho menos con la batalla ideológica que se libra hoy dentro de los medios a nivel mundial.

Por nuestra parte, aquellos que nuestros artículos solo son reflejados en la WEB, porque la prensa nacional no los pública, creo que todo lo que lanzamos a la publicación, debemos, al mismo tiempo, enviarlo a la prensa nacional. Porque en nuestro país las cosas pueden cambiar y no debemos darle la oportunidad a nadie de decir, que nunca les hicimos nuestras proposiciones.

Por tanto, declaramos la necesidad de realizar una ofensiva hacia la prensa nacional y provincial, enviándole nuestros artículos. Hacerlo incansablemente, no importa que pensemos que no lo van a publicar, enviárselos hasta el atiborramiento. Hasta que un día se convenzan de que el periodismo que hacen puede mejorar si nos toman en cuenta. Porque sin dudas, nuestra prensa, está perdiendo la batalla con ese periodismo no oficial, que refleja mejor la realidad y que lo hace de una forma más atractiva, respetuosa de la realidad y sin hacerle concesiones al dogmatismo, la apología y el burocratismo. Poniendo sobre la mesa la información para un pueblo que durante más de 50 años se ha superado enormemente, adquiriendo un grado de instrucción y de cultura que no encuentra satisfacción en lo que recibe atraves de nuestra actual prensa, escrita, radial y televisiva. Lo que se observa claramente, en el desplazamiento que se va produciendo de manera creciente hacia el video, internet, la radio extranjera, a lo cual nuestra pobre televisión no contribuye . Al contrario, obsérvese la programación, televisiva y podremos percatarnos del desequilibrio abismal entre lo que se recibe de fuentes externas (incluido de la televisión norteamericana) y la pobre producción nacional.
Al mismo tiempo, no debemos dejar de preguntarle a nuestra prensa porque no publica sobre algunas cosas. De manera directa, emplazándolos, que sientan la culpa cuando el pueblo está esperando por una información y ellos se la callan. Que sientan, hasta el atormentamiento, que la gente compra el periódico, pero que por lo general lo hacen por inercia, porque día tras día no encuentran lo que les interesa leer.

¿Dónde está el cable, que se prometió nos iba a mejorar nuestra situación de internet? ¿Porque llevan tanto tiempo sin informar como van los procesos anticorrupción? ¿Por qué nuestro Ministro de Relaciones Exteriores celebra una entrevista sobre la cuestión de las relaciones con la emigración cubana y nuestra prensa no publica nada? ¿Por qué hemos tenido que seguir el caso Marambio por la prensa extranjera? ¿Por qué no informaron sobre lo que ocurrió con la diputada de las Tunas? ¿Por qué hace unos días publicaron un texto tan ridículo para informar que había cólera en Cuba?

En realidad, en el año 2010, cuando escribí en abril, mi primer artículo sobre la corrupción, tuve una experiencia formidable, que me hizo comprender a fondo que si queremos continuar siendo revolucionarios, dentro de esta convulsa etapa de la vida de nuestro país, “debemos tener nuestra propia guerra, librar nuestras propias batallas y correr los riesgos que nos vengan encima”, de lo contario, podemos todos los días, quedarnos en nuestra casa y para mas seguridad, debajo de la cama.

En realidad no fue fácil. Hubo un estúpido y no cualquier estúpido, que dijo, que “se estaba lanzando al ruedo algo que el partido quería mantener a discreción”; otro, “que lo que se había escrito no se correspondía con la condición de un militante del partido” ; otro,” que se había “cagado” al centro con lo que se hacía”.

Algunos, dijeron que “se le estaba dando armas al enemigo para atacar a la revolución”. Hasta se corrió la voz de que el autor se había pasado a la disidencia. Y hubo hasta quienes se preocuparon de que pudiera cubrirle el hueco de la ausencia de liderazgo a la disidencia interna.

Por suerte, llego el General Presidente, que ya venía hablando de estos asuntos y dijo que “la corrupción es equivalente a la contrarrevolución”. Y más recientemente nuestra Contralora ha dicho que: “la corrupción es una de las formas más peligrosas de contrarrevolución”.
¿Donde meten ahora las caras todos esos sietemesinos? A los que les interesaba más no buscarse problemas que contribuir a salvar al país de una cuestión que afecta su seguridad nacional?

Entonces, no hay nada que temer. Lo que hay que estar convencidos de si se está o no haciendo revolución. Y de que no se está solo en estas batallas.

Es que cuando nuestros medios no informan sobre lo que está ocurriendo internamente, el pueblo esta ignorante de lo que acontece en su propio país y los revolucionarios, intelectuales o no, que quieren defender a la revolución, están en desventaja ante los que la atacan, haciendo el papel de verdaderos “tontos ” por carecer de la información.

Además, que sepamos, si no es pura demagogia, y estamos seguros de que no lo es, los medios en Cuba, no son propiedad privada de nadie.

Octubre 6 del 2012

Thursday, October 11, 2012

Ventas al detalle

Ventas al detalle

Es cierto que algunas cafeterías y paladares funcionan a todo gas en la
ciudad. Pero la mayoría de los cuentapropistas no tiene capital
suficiente para un gran negocio. Y prefieren dedicarse a las ventas al
detalle.
Iván García / Especial para martinoticias.com
octubre 11, 2012

Pasada las once de la noche, Alfredo, 66 años, planta su silla plegable
y una pequeña mesa plástica en 10 de Octubre y Acosta. En la céntrica
esquina habanera vende café recién colado.

Su clientela es amplia. La farándula nocturna, choferes de una base
cercana de taxis, custodios, travestis que se prostituyen por la zona y
patrullas policiales de ronda se llegan al negocio de Alfredo, a tomar
café fuerte a dos pesos la tacita o un cortadito a tres.

"No me va mal. Tengo ganancias diarias entre 120 y 160 pesos. A veces
más. Eso sí, estoy despierto toda la madrugada. Alrededor de las 7 y
media de la mañana es que voy a la cama", dice el anciano.

Si Alfredo viviera solo de la chequera de jubilado no podría hacer dos
comidas diarias o ir de vez cuando con su esposa y los nietos a una
cafetería en el Centro Comercial Carlos III, a tomar cerveza y comer
hamburguesas.

Danilo, 69 años, sí duerme la madrugada. Al amanecer, tuesta tres libras
de maní y los envasa en un centenar de cucuruchos de papel. Luego se
dirige a diversas paradas de ómnibus, pregonando su producto.

Cada cucurucho lo vende a peso (0.05 centavos de dólar). "No siempre
vendo todo el maní, hay bastante competencia. Tampoco es mucho el dinero
que me deja, de 50 a 60 pesos diarios. Al menos me alcanza para adquirir
viandas", señala risueño Danilo.

Hace tiempo que Natacha, 49 años, tiene engavetado su título de
licenciada en Literatura. Le resulta más rentable vender en el portal de
su casa vasos de helado a cinco pesos y refresco gaseado a dos.

Los adolecentes de una escuela secundaria son sus mejores clientes.
"Compro el helado a un particular que lo elabora. El refresco gaseado lo
confecciono con una máquina que me costó 80 pesos convertibles. Cuando
por la tarde hago balance, las ganancias suelen ser superiores a los 200
pesos diarios. Como licenciada devengaba un salario de 480 pesos. Dime
si no valió la pena guardar el título en una gaveta. Además, no tengo
jefes. Todo depende de mí esfuerzo", apunta Natacha.

Las ventas al detalle pululan por toda La Habana. Crecen como flores.
Muchos trabajadores privados consideran que tener una cafetería o un
paladar no siempre es un negocio rentable.

"Para abrir un restaurante o un buen cafetín hay que invertir más de dos
mil pesos convertibles. Y hoy en día, como el dinero escasea, la gente
por lo general lo que está consumiendo es pan con croqueta o mayonesa,
frituras, papas rellenas que valen menos de 5 pesos. Yo abrí una
cafetería donde tenía en la carta una amplia variedad de sandwiches y
batidos. Pero los altos precios, entre 45 y 15 pesos los sandwiches, me
obligaron a cerrar", argumenta el antiguo dueño de una cafetería.

Es cierto que algunas cafeterías y paladares funcionan a todo gas en la
ciudad. Pero la mayoría de los cuentapropistas no tiene capital
suficiente para un gran negocio. Y prefieren dedicarse a las ventas al
detalle.

O manejar un taxi. Según Orlando, lo más rentable. "Trabajo para un tipo
que tiene cinco autos y los dedica alquilar. Diariamente le tenemos que
pagar 550 pesos si manejamos un coche de 5 plazas. Si es un yipi de 10
asientos entonces pagamos mil pesos diarios. No tenemos que invertir en
nada. El combustible y las reparaciones corren a su cuenta. En una
jornada llego a casa con más de 600 pesos de ganancia", asegura.

En el centro y la parte antigua de La Habana proliferan mesas con
personas vendiendo bisuterías, ropa y zapatos. Dedicados a la venta de
discos piratas hay miles de tenderetes. En el de Antonio es amplio el
catálogo de seriales, filmes y telenovelas.

Vende el DVD a 30 pesos. También oferta videojuegos. Y si no encuentras
lo que buscas, Antonio, diligente, te dice que pases al día siguiente.
"Si me da su palabra que vendrá mañana le rebajo 5 pesos". Y es que ante
la proliferación de vendedores, suelen triunfar aquéllos que hacen
ofertas de rebaja o por su buen trato se meten al cliente en un bolsillo.

Las pequeñas ventas marchan viento en popa para unos. Otros están al
borde de la quiebra. Pero todos aseguran que es preferible laborar por
tu cuenta que hacerlo para el Estado. Paga menos, exige más y no ves el
resultado de tu trabajo.