RESIDENCIAS ALFONSO&GONZALEZ

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SU LUGAR EN CUBA

jueves, 22 de octubre de 2015

CUBA. CERVEZA CUBANA.MITOS Y REALIDADES



CUBA. CERVEZA CUBANA

Cuentan que la primera cerveza que
 entró a la Isla fue por el Oriente y venía de contrabando desde la
 vecina isla de Jamaica ya que no es hasta el año de 1762, con la toma
 de La Habana por los ingleses, que se importaría de manera legal.
 Con la posterior instauración
 del libre comercio las cervezas de diferentes orígenes entrarían en
 grandes cantidades al país y así unas 130 marcas, casi todas inglesas,
 se ofertaban en tabernas, cafés, bodegas e incluso en boticas.Entonces
 había cervezas que se anunciaban como propias para la familia, incluso
 se llegó al extremo de recomendarlas para niños y mujeres en el
 período de lactancia. Las damas, según la prensa de la época, se
 inclinaba por la marca británica
 “Ale”: suave, clara
 y beneficiosa, decían, para los males del estómago. De cualquier
 forma, era de las cervezas de mayor demanda, junto con la “Cabeza de
 Perro”, también inglesa.
 Hacia 1850, tal arraigo tuvo entre los consumidores la marca “Tennet
 Lager”, que son muchos los cubanos que llaman “laguer” al espumoso
 líquido. ( Derubin Jacome in Cuba en la memoria, 11Lunes marzo de
 2013La cerveza cubana nace en la ciudad capital en 1841, cuando Juan
 Manuel Albert y Calixto García empezaron a producirla en una fábrica
 en la calle San Rafael esquina a Águila donde trataron de elaborarla
 con el jugo de la caña de azúcar, que sustituiría a la cebada europea,
 pero el intento fue un fracaso y a partir de ese momento los criollos
 se contentaron con embotellar el refrescante líquido que llegaba en
 barriles desde el exterior y así estuvieron haciendo hasta 1883 que
 se instaló en la ciudad matancera de Cárdenas una fábrica para
 producirla que no duró mucho tiempo, pero en 1888 el alza de los
 impuestos sobre las importaciones aconsejó su elaboración en Cuba.
 Surgía así en Puentes Grandes, “La Tropical”, primera cerveza cubana,
 con un producto de baja calidad que no demoraría en mejorar cuando
 maestros cerveceros franceses y alemanes, contratados especialmente,
 terminaron dándole a la cerveza el “toque” necesario.En 1888 se fundó
 en La Habana la llamada “Nueva Fábrica de Hielo”, articulada poco
 después a la fábrica de cerveza en Puentes Grandes y allí comenzó a
 elaborarse “La Tropical”, bajo propiedad de Ramón Herrera Sancibrían,
 bisabuelo de Julio Blanco Herrera, quien con su tesón logra
 posteriormente producir el cincuenta y ocho por ciento de la que se
 elaboraba anualmente en el país durante los años 50.En sus inicios,
 las marcas en el mercado eran la cerveza clara “La Tropical”, la
 Tropical Oscura “Excélsior”, la cerveza clara “Cristal Palatino”,
 cerveza tipo Múnich oscura “Tivoli” y la “Maltina Tivoli”. La
 exquisitez de la marca transcendió las costas de la isla para ganar
 premios en Europa y Estados Unidos, los más significativos fueron los
 Grandes Premios en las Exposiciones Internacionales de Londres, en
 1896, y Bruselas en 1897; Diploma y Gran Premio en la Exposición
 Internacional del Progreso, París, 1912; Medalla de Oro en la
 Exposición de Agricultura e Industrias de La Habana, en
 1909 y 1911; Medalla de
 Bronce en la Exposición de San Luis, 1904, y sus medallas se
 exhibieron en la antigua etiqueta. En terrenos anexos a la fábrica,
 Julio Blanco Herrera padre construyó en 1929 el estadio “La Tropical”,
 hoy Pedro Marrero. Este campo, sirvió de sede a los Segundos Juegos
 Centroamericanos y del Caribe, celebrados en 1940.Había otras muy
 populares, como “Hatuey” y “Polar”. La primera traía un aborigen
 cubano en su etiqueta, y la segunda un oso blanco.
 Se promocionaban
 así: “La cerveza del pueblo y el pueblo nunca se equivoca”. Por su
 sabor exquisito, sus magníficas condiciones digestivas y sus
 resultados tonificantes.La otra marca afirmaba: “Pida Hatuey. La gran
 cerveza de Cuba”, mientras que la publicidad Cristal insistía: “¡Cómo
 anima!
 ¡Cómo alegra! ¡Cómo estimula!
 Una cerveza extraordinaria”. Todo era cuestión de preferencia. Había
 cervezas importadas, pero no tuvieron demasiada aceptación, pese a que
 algunas marcas de procedencia norteamericana se presentaban en latas;
 toda una novedad en la época. A fin de atender la creciente sed de
 Cuba por la Cerveza “Hatuey”, la Cervecería Modelo fue creada en 1947.
 Esta cervecería se construyó en 1947 a diez millas de La Habana en “El
 Cotorro”. Siendo fiel a su nombre, era de hecho una cervecería modelo.
 Por el año 1958, Cuba poseía cinco fábricas de cerveza que producían
 cerca de 30 millones de litros anuales para una población aproximada
 de 6 millones de habitantes. Si se tiene en cuenta el reducido consumo
 que del producto hacían las mujeres y los menores de edad, se puede
 inferir el alto consumo per cápita del producto entre los bebedores.
 El cubano de siempre ha sentido predilección por esta bebida.