Al menos 27 personas han muerto y más de una veintena han sido
heridas en un tiroteo registrado este domingo en una iglesia de Texas,
reportan agencias de prensa.
La masacre, ocurrida de Sutherland Spring, una pequeña localidad
ubicada cerca de San Antonio (Texas), fue llevada a cabo por un hombre
aún no identificado. La policía ha asegurado ya zona y se desconocen los
motivos del ataque.
Tras la masacre, el sospechoso escapó en un vehículo y fue perseguido
por patrullas policiales. El atacante murió más tarde, aunque se
desconoce si se suicidó o fue abatido por las autoridades.
Los hechos se sucedieron en torno al mediodía cuando, durante la
celebración de la misa, el asesino entró en la iglesia, un templo
baptista, y abrió fuego indiscriminadamente contra los feligreses. En el
culto dominical participaban unas 50 personas de los 683 habitantes del
pueblo.
Vecinos y familiares de las víctimas se acercaron rápidamente a los
alrededores del centro religioso ante la llegada de numerosos vehículos
de la policía local y estatal, a los pocos minutos de los disparos.
A la escena del crimen acudieron además servicios de emergencia,
incluyendo helicópteros para trasladar a heridos a distintos hospitales
de la zona.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recién aterrizado en
Japón para su gira asiática, ha afirmado vía Twitter que está al tanto
de la situación. “Que Dios bendiga a la gente de Sutherland Springs”.
El gobernador del Estado, Greg Abbott, ha ofrecido sus condolencias y
calificó el ataque como un “acto del mal”. Asimismo el senador
republicano y excandidato presidencial Ted Cruz expresó en las redes
sociales su solidaridad con las víctimas.
Este suceso ocurre apenas un mes después del tiroteo más letal en la
historia de Estados Unidos, en Nevada, que resultó en la muerte de 60
personas y más de 500 heridos.